TSJ. Sentencia de la Sala Constitucional Nº 150 del 9 de febrero de 2001, caso: ARMAND CHOUCROUN.
“La homologación equivale a una sentencia firme, que en principio produciría cosa juzgada, pero ella será apelable si el juez -contrariando los requisitos que debe llenar el acto de autocomposición-, y que se desprenden de autos, lo da por consumado, ya que el desistimiento, el convenimiento o la transacción ilegales, no pueden surtir efecto así el juez las homologue, y por ello, solo en estas hipótesis dichos autos podrán ser apelables, lo que no excluye que si se encuentran viciados se pueda solicitar por los interesados su nulidad. Esta última a veces será la única vía posible para invalidarlos, cuando los hechos invalidativos no puedan articularse y probarse dentro de un procedimiento revisorio de lo que sentenció el juez del fallo recurrido, como es el de la Alzada.
Tratándose
de apelaciones de sentencias que van a producir cosa juzgada y que se equiparan
a las definitivas, la apelación se oirá en ambos efectos, conforme a lo
dispuesto en el artículo 290 del Código de Procedimiento Civil, pero estas
homologaciones tienen características que provienen de su propia naturaleza,
por lo que la apelación solo puede ser interpuesta por razones específicas
provenientes de la ilegalidad del acto de autocomposición procesal”.
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